¿Qué es lo Chileno?

Mis estimados, les hablo desde el más profundo desprecio, no con un aire de resentimiento social evidente, no señores, sino ante el malestar que me produce nuevamente ver el manejo mediatico que se utiliza para el control de la población y es que si durante la mayor parte de edad media las ideológicas principales fueron el feudalismo (luego absolutismo) y la iglesia, hoy en día con el mismo descaro y falta de pudor son esgrimidos en su lugar la Demagogia (perversión de la Democracia) y el fanatismo Nacionalista. Quizás ya escucharon la noticia que me provoco a decidirme a escribir este articulo (que bien podría haber esperado el 21 de mayo) pero las declaraciones del perfecto imbécil de Joaquin Lavín no pueden dejarme indiferente y es que una cosa es que sea comprensible que los cabros en los colegios puedan ver los partidos del mundial y otra cosa es intentar hacer campaña y promocionarse a través de la formula tan burda y embrutecedora cómo es hacer un llamado público a los colegios y sostenedores para que dejen a los cabros ver los partidos en orden, llamado al que me acabo de enterar se sumo el ministro del trabajo, el señor Merino (ver noticia completa)

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Esto no puede sino recordarme aquel episodio cuando se subió patrioticamente a un barco y a través de televisión les grito a los peruanos que el mar era chileno, que falta de vergüenza que se trae este hombre, pero no nos engañemos, ¡funciona!, en chile al menos el fútbol y el nacionalismo tiran y puta que tiran juntos, pero ¿que volah la identidad chilena? los trapitos sucios de nuestra falsa identidad de jaguar de Sudámerica se hunden en la historia, no debería ser secreto para nadie que no fue una insurrección popular la que fundo nuestra república sino los intereses egoístas y mezquinos de las familias aristocráticas e hidalgas chilenas que se hallaban excluidas del sistema burocrático que en sus últimos años había aplicado el Imperio Español para sus colonias, ellos fueron los forjadores de la ideología nacionalista en Chile y no es mentira que sus hijos siguen en el poder tras doscientos años de gobierno libre y es que es cosa de explorar levemente el árbol genealógico de los Echeñique o los Ruiz-Tagle para notar que algo huele mal en dinamarca, algo huele a más que burgués con sobrepeso, en chile el poder huele a Sangre Azul.

Si señores, hijos de verdaderos Caballeros andantes y de Marqueses son los que gobiernan el país, sin excluir a la familia Edwards que siendo de origen inglés fue fundada aquí en chile por un vil pirata que llegó saqueando casas en la Serena en el buque Blackhouse y rápidamente unió su sangre a la de la aristocracia criolla. Ellos son literalmente nuestros señores y nos han dominado desde siempre y posiblemente lo sigan haciendo durante más años.

Pero sobre nuestras grandes y respetables familias hay más, si comprendiésemos realmente lo que fue el Imperio Español y su sistema burocrático nos daríamos cuenta que en su mayor parte Chile era un trozo menor de carne, una pequeña provincia que ningún noble hidalgo respetable deseaba gobernar más que para probar su valía y ser ascendido a gobernador de algún Virreinato ¿y quien sabe? algún día llegar a tener un puesto de importancia en los territorios Europeos, ya fuese en los países bajos en el Nápoles, pero los hubieron que se quedaron en esta tierra y criaron sus familias aquí, decisión con la cuál sellaban el destino familiar, después de todo los hijos de españoles nacidos en Ámerica jamás podrías aspirar a gobernar alguna de las provincias y fue ese resentimiento el que terminó por desencadenar la lucha por la Independencia.

Ya fuese antes o después de la independencia lo cierto es que nuestra clase alta odiaba al país, cuando se resignaron a que era mejor ser rey en el infierno que peón en el cielo, comenzaron la antigua práctica desde siempre común de enviar sus jóvenes talentos a estudiar a Europa, esa fue la historia de tantos ilustres exponentes de nuestro país en los que podemos contar figuras notables cómo Jose Miguel Carrera, Francisco Bilbao, Vicente Huidobro, los Chicago Boys y más recientemente hablando los retornados dirigentes de la izquierda en el exilio, todos ellos vieron al retornar a Chile lo mismo, esa necesidad de cambiar el país modernizarlo, declararon con más y menos sinceridad su desprecio por lo que el país era en ese momento y se convirtieron en los agentes de cambio que dieron forma al Chile actual.

Ya en Valparaíso en 1830 las damas de familia de bien mandaban encarecidamente a buscar prendas a la mismisima francia, ya por fines del siglo XIX se traían los metodos de enseñanza prusianos para enderezar al pueblo, ya ibamos trayendo inmigrantes para limpiar la sangre de indio de las clases bajas, porque eso del aprecio por el campesino huaso y lo chileno no surgió sino durante los años de expansión bélica de la república y claramente el roto chileno no eran ellos, sino en gran parte nosotros, pero más que eso se creo un vinculo de indentidad forzado en el que Chile necesitaba encontrar un referente que le validase cómo nación. Intenta ver una foto de algún presidente o ministro chileno en pleno siglo XIX y no lo hallarás con chupalla y a caballo, sino que con sombrero de copa y traje de gala, si los buscas un siglo antes los encontrarás con pelucas estúpidas y lunares en la cara y si los buscas un siglo después con traje y corbata.

Pero esa identidad artificiosa sólo pudo ser encontrada en el pueblo Mapuche que era realmente natural de esta tierra, pueblo que seguía existiendo e independiente hasta 1861, cuando se realizó la última campaña militar de conquista (paralela a la matanza argentina conocida cómo la Conquista del Desierto), la agresión chilena no sólo les quitó a los mapuches sus tierras sino que usurpo su identidad de pueblo haciendo un Chile mítico que podía declarar abiertamente su legado indigena ¿y que mierda? si Chile no es una nación Mapuche, durante la misma independencia los mapuches lucharon a favor de los realistas y en contra de los patriotas por una simple verdad, el chileno siempre fue el conquistador extrajero para los mapuches, un Wingka o huinca, aunque nos queramos vender cómo la "Raza chilena", mezcla de sangre Goda española con sangre insurrecta Mapuche, lo cierto es que al menos en raza Chile es un crisol de texturas que van desde lo europeo pasando por lo americano hasta llegar a lo árabe y chino, cosa que puede ser rastreada no sólo en la sangre, sino que (y es lo que en realidad importa) en la cultura.

Chile es un país que ha renegado de su tradición indígena, pero a su vez ha usurpado una tradición indígena que jamás le perteneció, somos en nuestra mayor parte descendientes de españoles y otros inmigrates con un contenido indígena que perdió hace siglos sus raices y se adapto a las costumbres y religión europeas, el chileno promedio lo único que tiene de indio es pertenecer al Colo y esa verdad es la que da cuenta de la necesidad del Estado actual de hacer desaparecer a esos indígenas de verdad que todavía existen, de convertirlos en capítulos de libro de historia, porque realmente ellos revelan las contradicciones más potentes de la nacionalidad chilena.

¿Pero y la identidad chilena verdadera? Si me preguntan lo más propio de los chilenos es desconocerse a sí mismos y en un segundo movimiento abrazar todo los aparatos discursivos desplegados desde el poder para dominar al pueblo, pero de entre tanto esfuerzo por crear lo chileno y por validar la nación podríamos decir que surgió como promesa auto-complida una identidad nacional que va más allá del patético y miserable espectáculo de los huasos quincheros en la quinta vergara y a ello contribuyó la sangre derramada de los trabajadores extirpados del campo y enviados a trabajar a las minas (subsole y subterra), los revoltosos colgados en las plazas y fusilados en las calles, las vacas sagradas de la poesía chilena Gabriela Mistral y Pablo Neruda (tan explotados por el sistema de enseñanza ultranacionalista y soporifero) pero de ahí lo bueno y lo malo cuajo en procesos de identidad propia y latinoamericana que se plasmaron en la Nueva Canción Chilena y todo lo que es la identidad actual del pueblo chileno.

La identidad chilena patriótica es una farsa, una construcción hecha para la dominación por una clase social que desprecia a su propio pueblo y para hacer que nos odiemos entre nosotros en nuestros diferentes feudos latinoamericanos, es medianamente cierto que existe una identidad de un pueblo con una historia común, pero a grandes rasgos el pueblo es siempre uno y sin fronteras, aquello fue lo que comprendió la Primera Internacional de Trabajadores, una mixtura de culturas e historias que se entrecruzan a nivel sudamericano y mundial, que cargan sus diferencias cómo las hay entre los hijos de Calama y los hijos de Chiloé, cómo los hay entre los que llamamos chilenos y los argentinos, la historia no es una parcela establecida por Dios y Jebus para cada pueblo, es mucho más compleja y la actualidad que se desprende de ella también.

Llegará el día en el que el pueblo se sacuda a estos zánganos que le chupan la sangre día a día y quizás vengan otros nuevos o quizás alcancemos una organización política realmente libre y empoderadora, por ahora hacerse la idea de seguir soportando un tiempo más a estos políticos y empresarios explotadores mientras las redes populares se extienden y a través de la cultura y la educación se fortalecen y continúan su camino propio por el devenir de las eras.