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lunes, 23 de noviembre de 2009

Sausacuentos enlloviznado


¡Puta! se me olvido finalmente la clave del mail de sausacuentos, sin embargo la critica de espectáculos no será silenciada, cual el café que corre por mis venas se abre paso entre viento y marea saldrá a la luz y es justamente lo mismo que le paso este pasado miércoles 18 de Noviembre a los cuenta cuentos cuando a pesar de los pronósticos climatológicos y las aseveraciones de la NASA de que el cielo estaría despejado para poder hacer maniobras aeroespaciales no dimos cuenta que por un atentado terrorista o por el imprevisible cambio climático sus instrumentos fueron averiados, o al menos aquella fue la información oficial, fuentes difundidas por chicoseba nos ayudan a comprender sin embargo que se trataba más bien de un movimiento del G-8 y de los illuminati, quienes en su estratagema de destrucción del genero humano quisieron ocultar que llovería ese día con la finalidad de que los organizadores del cuentacuentos terminarán resfriados y muriesen ¡salfate tenía razón!

La mayor prueba de aquello fue que mistico que pertenece a los illuminati como strategoi grado 27º fue el único en llegar con paragua al cuentacuentos a supervisar los hechos y cerciorarse que el plan para el Novo Ordum Seclorum fuese completado.

Por su parte quien no estaba absolutamente al tanto del complot era nuestro primer cuentista, Esteban, quien prefirió llamarse cuentero, que contraviniendo al ordo-natura llegó casi preparado para tirarse a la piscina y tomar sol de guata al sol, mala forma de empezar o buena forma tomando en cuenta que su cuento no discernió principio o final, cuando de una dinámica similar al Stand Up Comedy, se paso directamente al cuento de su encuentro en el paradero de la micro con una bella muchacha, ¿cuál es el final del cuento y el comienzo del chiste?, no, no era un chiste, ¡era un conejo imbecil!, digo, era un cuento, una forma de ellos, seguramente esta pequeña distinción entre humorista y cuentista la que se caracterizo como el cuentero, el cuentero no sabe lo que hace, pero maneja el engrupirse a la multitud o singularidad, o lo intenta.

Comentarios de un sisto jr. picado establecerían que falto una buena finalización al cuento, yo digo: que se cague sisto jr. y se vaya a beber té, un cuento que no tiene principió no puede tener un final tan marcado, delimitado, nació en la ambiguedad y debe extinguirse en él, quizás lo que más se podría desarrollar por parte de nuestro inexperto cuentista es sacar un mayor provecho del Stand Up Comedy y para la próxima salir de la dinámica de telonero, no es necesario, Esteban, usted puede eso y mucho más, el verdadero cuentero es también sinverguenzón.

A Esteban lo siguió un encapuchado Zelaya que prevenido por sus medios de comunicación alternativos supo lo de la conspiración por esconder que llovería durante el cuentacuentos, el muy picaron, astuto, pillin, miró al lado de su cama su colección de obras completas de marxistas, anarquistas y otros resentidos sociales, de la cual escogió así su batería de medicinas revolucionarias que constituian "Los Otros Cuentos", cuentos creados por el Subcomandante Marcos para suplir las inyecciones (puesto el Nuovo Ordum Seclorum maneja las inyecciones a través de sus farmaceuticas y empresas asociadas). Así fue que Zelaya renegando también de su condición de cuentacuentista adhirió a la causa cuentera estableciendo que no nos contaria un cuento, sino que nos lo leería, así fue que nos deleitó mientras la lluvía caía y el viento soplaba, primero con su contextualización (algo muy importante para los cuentos) y a la vez con dos cuentos potentes: el cuento de la última hojita y la del León mata mirando, ambos cuentos que demostraron que a pesar de las apariencias el señor Zelaya no era un novato en esto de los cuentos, sino que por lo contrario sus años de conferencias, seminarios, ayudantias y asambleas han pulido sus habilidades oratorias lo suficiente para encandilar al público alrededor de su expresionalidad.

Muy bien, sin embargo escuche por ahí que se hubiese deseado a su vez una finalización mejor, algo no tan abrupto, pero eso lo dicen los amargados de siempre.

El último cuentista tio-primo-consuegro de uno de los estudiantes de psicología que según el mismo, casi lo obligo a participar, fue quien terminó la noche, el caballero, quien no había jamás antes contado sus creaciones en público dio a conocer tres de sus cuentos: el primero de ellos, una historia que hablaba de empresas, crisis económicas y disputas familiares, todas emergidas de una oscura visión del ser humano, el segundo cuento nos llegó con la revelación de la pasión de este caballero por el gran Borges, su segúndo cuento Asterión, estaba claramente influenciado por el argentino, quien en una fantasía con tintes oniricos nos mostró por un momento la dulce muerte añorada; finalmente su último cuento (y el preferido por mi) fue un adentramiento en la mente de un psicopata, un torturador emergido del siglo pasado en argentina, militar sadico que nos narró la historia de su vida y su crecimiento personal a través de las cavilaciones de un humano cazador de humanos, un canibal patriota, que tarde o temprano en su cuento volvería a encontrarse con el mismisimo Borges, la único, eso sí, fue que el cuento quedo interrumpido y sin finalización por voluntad del autor y las continuas interrupciones.

A pesar de ello la caracterización lunfarda del general y la orientación de su discurso fue muy bien desarrollado, especialmente considerando que era su primera vez, sus cuentos fueron puliendo su manejo del publico mientras narraba y finalmente se lo ganó a bien.

Es decir, en definitiva la lluvia no fue una barrera para los cuentos, el complot masonico-capitalista fue desarticulado por Zelaya y finalmente todos nos deleitamos con 3 cuenteros y cuentistas tan diversos como los mismos cuentacuentos.

Paso el aviso, esta semana no hay cuentacuentos y cuando pueda subo esta crítica en el blog que le correspondía...

Sin más, nos vemos, perdedores!!!

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